132. Operado y desde la trinchera
por Nacho Mirás Fole
Sé que es miércoles porque lo dice el calendario. Que te operen de la cabeza es lo que tiene, que con las neuronas y los bistés de cerebro te extirpan datos y después lo que te queda es la picha hecha un lío como si los dedos del neorocirujano se hubieran cruzado con los del urólogo.
El tumor ya está fuera de nuevo, y eso era la principal urgencia. Durante unas siete horas y pico de las que solo recuerdo cansancio (fue el lunes, pero me parece que lo hubieran hecho hace dos horas), los zapadores a las órdenes de los doctores Prieto y Allut irrumpieron en mi masa cráneoencefálica para darse de bruces con la reedición de este tumor que se empeña en joderme la existencia, vengativo y cabrón. Como estoy en las mejores manos, tampoco me voy a explayar demasiado en estra primera crónica empotrado en la trinchera 328 del Hospital Clínico de Santiago. Pero lo que no quiero es pasar de puntillas sobre lo mucho que ha cambiado, de un año para otro, el estado de conservación de unas instalaciones en las que el mantenimiento hace aguas: eso son lo famosos recortes.
Nada más ingresar, un amigo y yo mismo tuvimos que arreglar con una navaja suiza que llevo siempre encima la cerradura del armario más barato y desvencijado que hayan insalado jamás en un centro público: es lo que tiene licitar a la baja: nos equipamos con cosas de mírame y no me toques, no las mantenemos y acabamos pagando dos veces. Personal justito que hace carreras para llegar a todo, falta de mano de obra… Sí, lo puedo demostrar. Encima te advierten de que no dejes desatendidos tus efectos personales; todo garantías.
Tampoco es escasa la posibilidad de que te cortes los dedos subiendo la bandeja que, desde la mesilla de noche, se convierte en tu comedor. Y si me pongo a rajar de la falta de topes de goma y engrase en los artilugios más diversos, entonces no acabo. Son pequeñas obras de mantenemiento que nos harían la vida más fácil a quienes, como yo, acampamos a la fuerza en un hdospital público con mochilas como la hiperacusia, la irritabilidad, los nervios el miedo… Aceite, fieltro y ganas, hostias, no es tanto: Humanidad.
Para el personal, como siempre, no tengo ni la más mínima queja, que bastante hacen con los medios que les ponen. Y a los familiares que nos acompañan, condenados a dormir en potros de torutura, deberían ofrecerles un servicio de friegas y hasta el desayuno, que bien se portan para lo poco que le cuestan al sistema.
C on el tumor en una palangana y doblada la dosis de medicación, de momento han desaparecido los episodios mentales que me trajeron de urgencia al hospital apenas un año después de haber desertado.
Ahora me queda pendiente la anatomía patológia, ese acojonante juego esdrújulo que deberá arrojar luz sobre si mi astrocimotma anaplásico grado III sigue en tercero de la ESO o se ha saltado al cuarto curso. Mal asunto, cualquiera de las dos posibilidades. Sobre este resultado habrá que programar de nuevo otro tratamiento a largo plazo desde el laboratorio del doctor López. No, de curado nada. Los que os anticipasteis a anuciar mi sanación sin haber leído aquello que escribí sobre que lo mío es una cosa crónica de momento, os pasasteis en la frenada. Lo agradezco, pero una cosa son los deseos y otra la oncología. Nadie tiene más deseos que yo de que me toque el Euromillón y no me toca, carallo!
Estoy muy cansado y echo mucho de menos a mis hijos. Quiero salir de aquí cuanto antes, que afuera me esperan muchas cuentas pendientes. Y por muy contaminada que pueda estar mi casa, que no lo está, seguro que el riesgo sanitario es bastante menor que lo que acecha en un sitio como este. Gracias por los ánimos, los apoyos… Revivir esta situación es una mierda sin paliativos. He dormido entre mal y de pena, se me ha hinchado un ojo y no estoy precisamente para recibir visitas. Disfrutad ahí fuera, que quí dentro ya nos ocupamos nosotros.
¡Cuánto me alegro de saber de ti por tus propias letras, Nacho!
Por lo que veo, igual que periódicamente voy a donar sangre, tendré que pasar periódicamente por el hospital con mi caja de herramientas para remendar algún roto. Empezaré por la 328.
Ti non te lembras do tipiño de Mar Adentro postrado na cama,non sendo este o teu caso,como saia voando pola fiestra aberta cara o mar? Ou candoo Caladiño d Sempre Xonxa ,feliz , fai o mesmo nos títulos d crédito da peli ? Pois ataca por aí, Nacho, que os teus fillos, familia presente e ausente, a natureza toda, quen ti queiras e como lle queiras chamar … e todos nos andamos alentándote
Take a deeeeep breath
Love u!
Querido Nacho
Esto Non é nada!!!! Coa tua forza e a que che chega de todos os rincóns, o fillo de Casiano está aniquilado e xa tes unha barreira infranqueable (porque toda esa forza pon o sistema inmunolóxico a tope) ante posibles novos invasores.
Un abrazo con toda a Nosa forza e enerxia!!!
Bicos
Anton, Jesús e Gema
Y le llaman crack a Messi y Ronaldo. Crack es Nacho Mirás, por delante, por detrás y por todos los lados.
Para cuando quieras tengo encargada una Super Book sin alcohol y fria en el bar de la esquina.
Fortisimo abrazo.
Manolo el del morse.
Nacho, pilas nuevas, ¡eh! Te pusieron las conejito de Duracel. Recargables. Duran toda la vida. Y duran, duran…
Las tuyas están recargándose contínuamente con tantos ánimos. 84 comentarios hasta este momento en tu web y unos cuantos miles más los que los leen y no se atreven a expresar sus sentimientos. A todos ellos les digo que cuando se hace la primera vez es un no parar. Y ¡qué bien sienta!
Un abrazo para todos los que escriben aquí y pasan por situaciones parecidas.
Todos somos Nacho.
Do do INSS,mellor non digo nada…. Disfruta dos teus no fogar.Bicos.
INMENSO ESTE MIRÁS!. Gracias.
Mierda, mierda y remierda. La mandíbula inferior me llega al suelo.
Después de tanto tiempo leyéndote eres como alguien de la familia. A pesar de los 3000 km que me separan de Compostela y de mi casa, en Viveiro.
Desde Bergen, y si te vale de algo, te enviamos toda la fuerza de los Balseiro Moreno. La nieve y el frío mejor nos los quedamos aquí, aunque si eres como yo preferirás que nieve a esa lluvia interminable de Santiago.
Mil besos, un montón de ánimos, y no pierdas la fuerza que te caracteriza. El cariño de la gente que tienes cerca te hace fuerte.
Impresionante,criticó y duro comunicado Amigo,a seguir pisando el acelerador para frenarnos estás tú con la realidad,es lo que hay luchador,tío ahora vamos a tener dos pilotos en la F1,a correrrrrr.Apertas.
Gracias, gracias, gracias. No se como lo haces, Nacho, pero leyéndote, se olvida uno de tantas cosas!!! Se puede olvidar uno, hasta de que te acaban de operar!! Ah y que sepan los REYES MAGOS que le voy a pedir tu libro!!. Un abrazo todo lo fuerte que se pueda sin que te salten las grapas!!
Hacía tiempo que no pasaba por aquí. Confieso que el momento promoción librera me resultó cansino y sentía que se había perdido la esencia del blog y el escritor. Así que la sorpresa ha sido grande y fea.
No te voy a hablar de tópicos, no es lo mío. Perdimos a Emilio (el padre de mis hijos) en julio, tras dos meses en coma por un derrame cerebral masivo. Se fue sin poder despedirse de nadie. Así que, entre los cientos de pérdidas vitales, de duelos sé un rato.
No te daré ningún consejo ni ánimos chorras que a mí me ponen de mala leche. Sigues vivo, recuerda. No hay opción, lucha. Y admiro tu enorme fuerza, no sé si yo la tendría.
Las navidades las vuelves a pasar con tus hijos, huye de mordor lo que puedas y abraza mucho a los tuyos, que tanto te aman y tanto sufren. Rezamos x ti lo que sabemos, que ya no es mucho xq rezo poco. El paro crónico y las bajas hacen mella por aquí.
Te mando un trozo de alma xq el cerebro no se puede donar. Además el tuyo es mucho más privilegiado.
Fuerza y Honor, querido Nacho.