rabudopuntocom

"El amor es algo muy resistente, se necesitan dos personas para acabar con él" José Luis Alvite

Mes: junio, 2015

181. ¡Ya no soy zurdo!

Acabo de reparar en la transcendencia de la metamorfosis de la que he sido objeto: Me han dado la vuelta. Si llego al 4 de julio cumpliré 44 años y habiendo dejado de ser zurdo, una condición con la que nací y de la que desconocía que se pudiera desertar o dimitir. Era yo, antes del cáncer, todo lo zurdo que un niño zurdo puede ser: para comer, para escribir… para todo. Muy hábil con la izquierda y un completo inútil con la derecha. Pues todo eso ha cambiado poco a poco y ahora manejo mis extremidades con una terrible dificultad: porque he dejado de ser zurdo, pero tampoco soy diestro. Esta incapacidad adquirida me limita hasta la desesperación. Me ha costado escribir esta lamentación, para que os hagáis una idea, cerca de cuatro horas repartidas en dos días ¡Na miña vida! El gran bajón ha sido descubrir que mis hemisferios cerebrales, por dos veces aserrados, van tan a su bola que no sólo no puedo escribir a máquina con una mínima soltura. Tampoco puedo hacerlo a mano, ni rematar el fondo de un yogur sin pedir ayuda, caminar sin apoyarme en una muletilla plegable…. Musicalmente, sin apenas sensibilidad en la mano izquierda, incapaz de coordinar ambos brazos en un simple ejercicio de percusión, me siento más inútil que Louis Armstrong intentando atacar con una trompeta de hormigón el pasodoble España cañí. Del gaitero y percusionista que fui solo queda ahora mismo el envase y no, no pierdo la confianza de resucitar en un cenicero como un fénix del folclore. Pero, de momento, tengo que acostumbrarme a mi nueva condición de perro de escayola. A este paso, acabarán cambiándome la consulta del clínico por una cita en Talleres Bastón. Claro que, con tipos como Xabier Díaz sueltos, maldita falta hace un gaiteiro cojo como yo. Dalle, Xabier.

180. Movilidad reducida

He llegado a ese punto de fatiga, a ver si me explico, en el que me resulta más fácil acercar la cabeza a la cuchara que acertar con el cubierto en la boca. «Aprende del niño», me dice mi suegra. Hay que ver la técnica depurada que tiene el enano, es cierto. Tendré que esperar todavía unos días para saber si resulta el rediseño de dosis y fármacos en el caldero del druida neurólogo Prietix. Más nos vale, porque hay momentos en los que ya dudo de si vale la pena el precio físico de la supervivencia. ¡Claro que sí, idiota!, cantaréis a coro. Pero lo que llevo encima y cómo lo llevo, creedme, solo lo entendemos los del gremio.
Por mi cuenta, sin receta, he comprobado otra vez los efectos positivos que tiene tocar una gaita electrónica para recuperar destreza y coordinación en los dedos ¿No me podía desgravar la idea? Es que entre el gasto farmacéutico, la fisio, el material ortopédico y el calzado que me ayude a sostenerme, tengo el culo pelado.Y Hacienda me reclama una pasta «porque el año pasado «tuvo usted cuatro pagadores». Váyanse un poquito a la mierda, oigan, desde el cariño lo digo. Una empresa y una universidad son dos pagadores. Que la legislación me impusiera una mutua y a la Seguridad Social mientras resolvieron mi situación es culpa suya, pero ahora lo pago yo.
En unos días me volveré a pelear con el sistema par pedir la tarjeta que me permita aparcar en zonas reservadas a personas con problemas de movilidad, que es lo que soy yo ahora mismo, pero tengo que volver a demostrarlo. No es ningún privilegio, es una necesidad. Ojalá no me hiciera falta. Me acuerdo de un familiar lejano que se enfrentó hace años con mis padres porque creía que siempre estábamos «disfrutando» del nicho familiar. «¡Pues métete tú dentro, cabrón!», zanjó Mirás. Con lo de las plazas para discapacitados es lo mismo. Me voy a la cama, que no me piden papeles.

179. Descoordinado y perdido

Es ciertamente asombrosa la cantidad de episodios intestinales opuestos que puede vivir el mismo ser humano en el espacio de unas pocas horas.No me extenderé más allá de la escatología general básica, pero creedme si os digo que creí reventar.
Hoy lucho con mis extremidades: adiós al excelente mecanógrafo que fui. La coordinación entre los dedos y el cerebro es lamentable. tengo que pedir asistencia para cosas como abrocharme, calzarme… La independencia a la mierda. Un podólogo, una fisioterapeuta… hasta he tenido que hacerme con un bastón plegable que me ayude a mantenerme vertical. Este jueves toca de nuevo resonancia magnética de seguimiento de mis acontecimientos cerebrales. He tenido que cancelar algunos compromisos, pero lo juro:no me queda más remedio. Disculpad si no estoy para casi nadie; apiltrafado y herido, no obstante, sigo de cuerpo presente. Necesito una tregua.

178, Dejadme dormir, don Juan, que no son horas

No sé si es el ruido de los nuevos brotes de la coliflor que me invade el cerebro o si es por la química con la que -sin mucho ´éxito- me fumigan todo entero, el caso es que no consigo parar máquinas cuando debería y se me hacen las noches eternas rumiando canciones recurrentes, un monólogo o, como sucedió esta noche, de dos a seis de la madrugada, instalado en lírica través de fragmentos del acto primero de la parte primera de Don Juan Tenorio, donde interpreto una y otra y otra vez  a los tres protagonistas. Nota para los estudiosos de  los abismos de la mente: no son alucinaciones auditivas, sino la necesidad de cantar un fragmento, de recitar quel otro aprendido hace años… Vamos, que estoy como las maracas de Machín, pero entretenido:

Parte I

Acto I


Libertinaje y escándalo

 

DON JUAN, DON LUIS, DON DIEGO, DON GONZALO, BUTTARELLI, CIUTTI,CENTELLAS, AVELLANEDA, GASTÓN, MIGUEL. Caballeros, curiosos, enmascarados, rondas.Hostería de Cristófano BUTTARELLI. Puerta en el fondo que da a la calle; mesas, jarros y demás utensilios propios de semejante lugar.


Escena I

 

DON JUAN, con antifaz, sentado a una mesa escribiendo, CIUTTI y BUTTARELLI, a un lado esperando. Al levantarse el telón, se ven pasar por la puerta del fondo máscaras, estudiantes y pueblo con hachones, músicas, etc.  


 DON JUAN, escribe una carta

   ¡Cuán gritan esos malditos!
¡Pero mal rayo me parta
si en concluyendo la carta
no pagan caros sus gritos!

 (Sigue escribiendo.) 

BUTTARELLI

  (A CIUTTI.) 

   Buen Carnaval.

CIUTTI

  (A BUTTARELLI.) 

Buen agosto
5
para rellenar la arquilla.

BUTTARELLI

¡Quiá! Corre ahora por Sevilla
poco gusto y mucho mosto.
   Ni caen aquí buenos peces,
que son casas mal miradas 10
por gentes acomodadas,
y atropelladas a veces.

CIUTTI

   Pero hoy…

BUTTARELLI

Hoy no entra en la cuenta,Ciutti; se ha hecho buen trabajo.

CIUTTI

¡Chist! habla un poco más bajo, 15
que mi señor se impacienta
   pronto.

BUTTARELLI

¿A su servicio estás?

CIUTTI

Ya ha un año.

BUTTARELLI

¿Y qué tal te sale?

CIUTTI

No hay prior que se me iguale;
tengo cuanto quiero, y más. 20
   Tiempo libre, bolsa llena,
buenas mozas y buen vino.

BUTTARELLI

Cuerpo de tal, ¡qué destino!

CIUTTI

  (Señalando a DON JUAN.) 

Y todo ello a costa ajena.

BUTTARELLI

   Rico, ¿eh?

CIUTTI

Varea la plata.
25

BUTTARELLI

¿Franco?

CIUTTI

Como un estudiante.

BUTTARELLI

¿Y noble?

CIUTTI

Como un infante.

BUTTARELLI

¿Y bravo?

CIUTTI

Como un pirata.

BUTTARELLI

   ¿Español?

CIUTTI

Creo que sí.

 

Así suena en mi tarro: Ya me perdonarán, maestros Zorrilla, Rabal… Yo solo soy fruto de mi enfermedad, pero, al menos, no me escucha nadie a tales horas.

177. Trampas al solitario…mejor no.

Cuando  uno  convive con el cuarto grado de una enfermedad mortal de cuatro grados, lo que no tiene sentido es negar la realidad o edulcorarla creyéndose que mañana estarás mejor que hoy. Eso sería como hacerse trampas jugando al solitario. Ahí estará siempre Murphy para evitarlo. Murphy es el fulano que se encarga de que no me olvide de lo que hay, de lo que tengo,limitando, como ahora limita, la movilidad de mi brazo izquierdo. Por eso hoy estreno la función de dictado del Mac Book, que no es por gusto

Ayer sí que se cebó conmigo. Bajé al garaje para intentar mover la moto. Me veía capaz, fuerte, hábil. Craso error. En cuanto me subí encima, con una pierna a cada lado, Murphy hizo que la Tierra diera una vuelta completa: Doscientos kilos de Suzuki me cabalgaban a mí, como queriendo vengarse de toda esa estopa que le he metido por esas carreteras de Dios.

-s¡Ayuda! ¡Socorro!

Murphy se encargó de que en el garaje no hubiese ni Dios. Si Dios ya difícilmente está donde se le necesita, qué iba a pintar a esas horas en un garaje?

Conseguí levantarme don un esfuerzo sobrehumano y mazaduras por todo el cuerpo.

Se oía la risita de Murphy: Jódete, ji, ji, ji…

Si eres motero y ya no puedes dominar doscientos kilos entre las piernas, date por jodido. Si eres Nacho Vidal, también. No es el caso. Una incapacidad más que hay que sumar a las limitaciones generales del lado izquierdo y a los mareos producidos por una infección en el oído medio. Los episodios sobre los que estoy advertido se van produciendo. Tú sin una pierna eres tú sin una pierna; tú sin cerebro,  no eres tú. Me veo camino de convertirme en un tipo que lleva mi ropa y besa a mis hijos. Por lo demás, que corra el ánimo, que lo malo siempre es para otros ¿no?. Pues sí o no, ya iré viendo.Me reservo el derecho a opinar sobre mis estados deánimo y mis circunstancias.
Vengo de escuchar Luis Pastor, que la música todavía me resucita. Por eso he regresado de la zona vieja con la cara de antes de ayer, previa a la hostia del garaje. Gracias, Luis, autocantante, cantautor, cuéntales tú a mis amigos qué fue de los cantautores.

d