104. Bola extra: La niña Shakira y la vaca Chenoa

por Nacho Mirás Fole

Añado un nuevo post que no tiene nada que ver con el anterior pero que os regalo como bola extra. Esta tarde paseaba yo por un centro comercial de Santiago con mis hijos. Fuimos al cine a ver «Cómo entrenar a tu dragón 2», que me gustó sin entusiasmarme (demasiado rollo bélico y de monarquías hereditarias ñoñas para mi gusto), pero que se vino arriba cuando escuché que cantaba Jonsi y que tocaban la gaita nada menos que los Red Hot Chili Peppers.

Pasada la película, salimos y presencié impresionado cómo una madre modelna le llamaba la atención a su hijita: «¡Shakira, no te lo vuelvo a repetir!». Y Shakira… ni puto caso, que para eso le va la rebeldía en el nombre. Que tiemble el santoral. ¡PorquestoesÁfricá! En diálogo tuitero con Joan Rabat (@joanrabat), que me sigue desde Cataluña y ya es uno de los indispensables, le expliqué que, hasta donde yo sé, lo de los nombres de las personas en Galicia no tiene, ni por asomo, el interés onomástico de la cabaña bovina: Hasta 221 vacas con el nombre Chenoa se contabilizaban en el registro ganadero patrio en el año 2005. Lo conté en diciembre de aquel año en La Voz de Galicia y lo recupero para amenizar un poco el anochecer del miércoles, el amanecer del jueves -porque al que madruga no le ayuda ni Dios- y quitarle hierro a otros debates más sesudos. La liebre la levantó el autor del blog O Ollo da Vaca, a quien le reitero las gracias nueve años después. No sé si seguirá siendo Paloma el nombre más común de las vacas gallegas; que alguien tome el testigo y lo compruebe, que yo no tengo el chisme para ruidos. Ahí va. Os lo advierto: vais a flipar.

Paloma es el nombre más frecuente de las vacas gallegas

Algunos tradicionales como «Linda» o «Pinta» dejan sitio a otros como «Chenoa» o «Letizia»
El registro del Servizo de Producións Gandeiras recoge 600.000 fichas

Nacho Mirás. La Voz de Galicia, 17 de diciembre de 2005

Si uno va caminando por una corredoira y, de repente, escucha: «¡Paaaasa, Chenooooa!», no necesariamente tiene que haberse cruzado en su camino una estrella de la canción. Nada más lejos. La Chenoa del prado puede ser una de las 221 vacas lecheras con ese nombre que pastan por Galicia, según la base de datos de Control Leiteiro propiedad del Servizo del Producións Gandeiras (Consellería de Medio Rural).

En los últimos días, la recopilación de los nombres de las vacas de Galicia, realizada por el autor del blog O Ollo da Vaca (http://oollodavaca.blogspot.com), ha corrido como la pólvora entre los internautas gallegos, que se han encontrado con que, a pesar de que las nuevas tendencias pegan fuerte, el nombre más utilizado por los ganaderos de Galicia para bautizar a sus reses es el de Paloma.

El Servizo de Producións Gandeiras confirma todos y cada uno de los datos contenidos en este recuento, hecho sobre un censo que recoge 600.000 nombres de reses dedicadas a la producción de leche.

De «Cachorra» a «Pichona»

Si la lista de nombres la encabeza Paloma, con 6.470 registros, a la zaga le anda Linda, con 5.850 entradas. Pinta (5.787), Blanca (5.345), Cuca (4.402) y Lucera (4.185) van a continuación, según un estadillo plagado, aunque en menor medida, de Marquesas, Lunas o Lúas, Perlas, Moras, Pastoras, Negras, Morenas, Parrulas o Monas. Muy socorridos son en el santoral ganadero de Galicia los nombres de Romera, Morita, Princesa, Estrella, Careta o Diana, lo mismo que Bonita, Nova, el sonoro Cachorra (2.055 vacas se llaman así), Pichona, Gallarda, Rula, Mimosa o Mariposa-Bolboreta.

El autor del recuento repara en un hecho curioso: las 221 vacas que, a partir del año 2002, llevan por nombre Chenoa. Pero no es eso lo que más le llama la atención, sino que «cando comezou a primeira edición de OT xa existían rexistradas aquí oito vacas con ese nome. Iso é ter visión de futuro».

«Nunca Máis»

La búsqueda concienzuda realizada por O Ollo da Vaca en el registro gallego arroja muchos más resultados. Por ejemplo, que 13 vacas lecheras se llaman Prestige y que seis de ellas nacieron entre noviembre del 2002 y febrero del 2003.

Mucho más inquietante es el caso de una res que, a pesar de haber llegado al mundo el 16 de octubre del 2002, se llama Nunca Máis. Para el autor del recuento, hay tres posibles explicaciones para un hecho semejante: «Unha, que teña mal o nacemento na base de datos; outra, que lle cambiaran o nome despois; e a terceira, que a vaca sexa de Rappel».

Rosalía, con 151 entradas, es otro nombre relativamente socorrido en la cabaña ganadera gallega, nada excesivamente extraño. Sí que lo son, sin embargo, otros mucho más exclusivos: En Galicia existe, al menos, una vaca Norma Duval y más de cincuenta a las que sus propietarios les pusieron un televisivo Suellen.

«Fragas», «Quintanas» y «Touriñas»

Los políticos no se libran: Once vacas se llaman Fraga, unas setenta Quintana, y veinte, Touriña. Pero también hay una Lenin y tres Trotski.

En el registro hay tanto que casi cualquier cosa que a uno se le ocurra ha sido utilizado como nombre de vaca. ¿Letizias? Pues 162, con su zeta y todo. Y siete Gayosas, cuatrocientas Piñeiras o las Jimena, Dinora y Norma directamente extraídas de Pasión de gavilanes a la explotación que Antonio García Neira tiene en Frades (A Coruña).

Entre otras muchas curiosidades, además de las 23 Galicias que dan leche, existen en el recuento nueve que son Galiza, con zeta. Del registro, que incluye novecientas Rebecas o una Aromática, llama la atención ya no una vaca, sino un ganadero que se dignó a registrar a una de sus reses con el sonoro nombre de Gilipollas. El autor del recuento sentencia: «¡Miña pobre…!».

Antonio García Neira: «Teño desde Amaral a Pantoja»

Antonio García Neira vive rodeado de famosas. Entre las 70 vacas lecheras que mantiene en su explotación de Abellá-Frades hay de todo. Por ejemplo, casi la plantilla femenina completa deOperación Triunfo , incluidas Chenoa y Trizia.

«O de Operación Triunfo botounos unha man -explica-; eu o que facía era poñerlles o nome do santo ou santa do día no que nacían, pero como son moitas, calquera sitio é bo para sacar ideas». «Hai compañeiros que usan nomes de países -continúa-, aínda que eu non teño ningunha. O que si teño son nomes como Katrina , Mercedes ou Natacha , pero tamén unha Amaral , unha Perpetua e unha Pantoja ».

Antonio cuenta que las vacas también tienen apellido, formado por el nombre del padre y un número de registro. Así, su Chenoa se llama Chenoa Thunder 116. Pero también hay otras dignas de vivir en Beberly Hills: Silvia Gibson o Jenny Marshall, sin ir más lejos, hija esta última de un semental canadiense.

Dentro vídeo: Jonsi -a quien escuché hace unos años en el Monte do Gozo- cantando para la peli Cómo entrenar a tu dragón 2. ¿Qué nombre le iría bien a un dragón? ¿San Jorge, por fastidiar? ¿Soplete? ¿Churrasking? Yo a un dragón le pondría de nombre… ¡Montoro! Buenas noches, Chenoas.