108. Y de repente… ¡Un huevo negro!
por Nacho Mirás Fole
Me sobran motivos para tener los huevos negros, después de once meses toreando a un cáncer de cerebro. Pero cuando mi mujer cascó este mediodía la materia prima para hacer una tortilla con la que acompañar a unos tomates de Carboeiro y de una de las cáscaras salió el aborto negro y podrido de una gallina, casi tenemos que llamar al exorcista de guardia. «¡Aaghhhhhh, qué asco! -gritó la madre de mis hijos- ¡Un huevo negro!».
Entre el olor nauseabundo, las arcadas, los gritos y la hiperacusia que llevo instalada de serie desde que me tunearon el disco duro, me invadió un pensamiento: A ver… un huevo negro… tragedias… enfermedad… casi un año de baja y ahora esto… ¡Cosa de meigas! ¡Meigallo! ¡Averno de Satán y Belcebú!, Que yo no creo en brujas aunque las haya, pero semejante impacto a la hora de comer no lo había experimentado jamás, ni siquiera cuando me freían en la churrería de fotones del Clínico de Santiago y de la sala huían todos menos yo.
Sangre fría, dientes apretados… enseguida me hice cargo de la situación. Agarré el fétido recipiente, vertí el contenido en el retrete, le di curso urgente con un tiro estiloso de cisterna hacia la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Silvouta y, a modo de botafumeiro, vacié en el cuarto de baño medio bote de un ambientador de Mercadona que huele a manzanas. Sin rezar siquiera una oración. Sin cruzar los dedos. Sin santiguarme. A lo loco.
Recompuestos del susto y a falta de una enciclopedia de maleficios, eché mano del oráculo y escribí en Google: «Huevo negro». Y justo me apareció este enlace a una información muy chusca de mi compañero de La Voz de Galicia Javier Guitián, encuadrado en la sección En ocasiones veo grelos. Ningún nombre más propio para el tema que nos ocupa. Iker, amigo, toma nota. Guitián escribía en tremendo titular: La pitonisa del huevo negro de Pujol. «Déjate, déjate, Teodoro -me dije al más puro estilo Luis Ciges- que te estás tomando el asunto a coña y va a ser que lo de relacionar el huevo catastrófico y los hechos sobrenaturales tiene su razón de ser».
Contaba el periodista en aquel artículo los paños menores de la relación entre uno de los hombres más deseados por los inspectores de Hacienda, Jordi Pujol, y la vidente Adelina, que le llamó «papanatas, piolloso e aparvado (piojoso y atontado)» al molt honorable en la primera plana del cuarto periódico de España, a cuya plantilla pertenezco. Me puse a leer como un poseso hasta que, al llegar al párrafo que transcribo a continuación, lo entendí todo: «Según ha declarado Adelina, para sus predicciones utilizaba un huevo que bendecía y pasaba por diversas partes del cuerpo de Pujol, antes de pronunciar el conjuro «romero, romero, saca lo malo y deja lo bueno… Espíritu Santo… amén… Jesús». Después pasaba a la fase interpretativa vaciando en un recipiente el huevo y analizando su color; al parecer a Pujol siempre le salía negro».
No voy a pararme en la escena gore de la sanadora frotándole la carrocería al president con el óvalo como si le hiciera una ecografía sin cables. Pero si la podredumbre del alma del cliente, según narraba la experta, iba a parar al huevo después de lo de «romero, romero, saca lo malo y deja lo bueno», concluí que, por el mismo mecanismo, el aborto de ave que fue a parar a mi váter tenía que ser el resultado de un conjuro al que fuimos ajenos, un hechizo desde la distancia. Porque no lo conté, pero estos huevos que trabajamos en casa nos llegan traficados a través de la familia, sin fecha de puesta ni de caducidad, desde un gallinero de Castrelos, en Vigo. Y siempre salen estupendos. Siempre, menos hoy.
Hay otro problema. En la misma entrevista en la que la sanadora puso de vuelta y media al defraudador confeso más famoso de los Països Catalans, Adelina le contó a otro compañero mío, en este caso Xosé Manuel Rodríguez, que si un huevo te sale negro eso quiere decir que hay gente que te desea el mal, incluso que tienes mal de ojo. Éramos pocos y parió la abuela. ¡Vade retro!
«¡Tranquila, rubia -le dije a mi mujer sin profundizar en lo del ojo chungo-, que ya están los malos rollos en el río Sar, depurados por las instalaciones municipales!». Hasta nuevo aviso, solo creo en el más acá, así que con la explicación y las tonterías, al menos, nos libramos un poco del mal rollo que invadió la cocina ante la visión de una pretendida tortilla de chapapote podrido. Hasta nos reímos, con lo bien que sientan unas carcajadas en esta emergencia en la que vivimos instalados.
Especula mi compañero de La Voz -el que en ocasiones ve grelos- con la posibilidad de que la oscuridad de las claras y las yemas de Pujol i Soley fuese en realidad un aviso mal interpretado al cliente para que blanquease su dinero. En mi caso estoy tranquilo: ni blanco ni negro; si quisiera evadir todo lo que tengo a Suiza, en el aeropuerto me detendrían por insolvente. Así que está claro: estuvimos a punto de cocinar nuestros propios males, que a estas horas ya están nadando, convenientemente filtrados, en las profundidades del Océano Atlántico. Murhpy, ese que dice que todo lo que puede salir mal saldrá mal, ya me ha hecho tantas putadas que no creo que le queden cartuchos. O huevos.
Finalizo el episodio paranormal de la jornada justo cuando hoy, 16 de septiembre, se pone a la venta El mejor peor momento de mi vida, Rabudo.com hecho papel de la mano de Ediciones Paidós. Me gustaría que, desde allá donde me leáis, me contaseis si ya se encuentra en vuestras librerías. Me hace ilusión mi primer ISBN, no lo niego, y verme mañana en un escaparate va a ser toda una experiencia. Antes de eso subiré a la Radio Galega para compartir desayuno con Kiko Novoa en su Galicia por Diante (sobre las nueve y cuarto). Como he publicado en redes sociales, los tres primeros que se hagan un selfie con mis memorias sanitarias encuadernadas y me lo hagan llegar por Twitter (@rabudo1) o Facebook, correo electrónico o telepatía, están invitados a una cena pagada con mis maltrechos fondos y se irán a casa sin hambre y con una dedicatoria exclusiva. Si piden tortilla, comprobaremos antes que los huevos estén bien amarillos y libres de todo encantamiento. Recupero en vídeo uno de los temas de esencia sobrenatural que más me cautivaron allá por 1983, cuando tenía doce años, pelo y salud. Tino Casal, Embrujada (del LP Etiqueta Negra, 1983). Por si acaso, «romero, romero, saca lo malo y deja lo bueno. Espíritu Santo, amén, Jesús». ¡Hombre, ya!
Boas noites!! Aquí como siempre leyéndote a estas horas.Y una vez más ya me has dado un impulso para levantarme con ganas.De la manera que me empapé en este blog… y ahora voy a por el libro.Que por supuesto leeré por delante y por detrás siendo de Mirás.He estado siempre silenciosa..pero he estado aquí… flipando con tu forma de contar las cosas.Eu nunca tal vin.Te admiro.Supongo que no es nada para ti,pero ahí está. Boas noites de parto…
No puede ser mejor tu comentario de hoy! Con carcajada adjunta…
En dos sitios en los que estuve a la 9.30 me dijeron que…. a lo largo del dia tendria mi reserva! Entonces abrazaré, como te dije, tu primer ISBN!
Me acaban de preguntar en la «facul» ¿ya tienes el libro? y dije… a lo largo del dia!. Abrazo
No había tenido ocasión, por desconocimiento de su existencia, de leer algo en tu blog. Lo de hoy, me ha gustado por varias razones. «Practicas» algo tan importante como la ironía, en la defensa de la superviviencia. La adornas con buena sal y pimienta. Por lo que leo, tienes buena ayuda familiar, excelente ingrediente ante las adversidades. Los huevos negros pueden ser el contrapunto de los venideros días blancos.
Saludos. Luis.
Nacho: Xa fun mercar o teu libro e non puiden saír da librería sen ter lido alí mesmo o prólogo e o prefacio. Entrañables, por certo. «O mellor peor momento da miña vida» non o vou poñer nas estanterías das comedias como pides ti, non, vouno colocar na cabeceira da miña cama e penso lelo capítulo a capítulo coma se fosen contos para durmir. Aínda que realmente será unha relectura, igual que fan os nenos cos seus contos preferidos. Por algo me gañei a pulso o de pertencer ao teu bando.
Hoy tuve que acercarme a Santiago, y conduciendo pude escucharte por la radio, claro que la mayor parte de las cosas que hablaste no eran nuevas para mi ya que sigo tu blog. Como cada tres meses acudí para hacer la revisión, a los otorrinos y luego a la -3 y en la consulta 3, de la churrera como le llamas tu. Todo sin novedad y a esperar hasta la próxima el mes de dicembre.
Espero tener sitio el jueves aunque tenga que estar de pie todo el rato.
Onte merqueino en Follas Novas.Noraboa.
Gracias!! Por muchas cosas pero sobretodo por que no me siento sola en esta batalla que no ha tocado librar, sola por la forma de verla y de afrontarla, la unica diferencia es que tu puedes echarla fuera escribiendo como lo haces, me encanta!!! Como me gustaría poder ir hoy a Santiago y que me firmaras el libro, en mi librerías aquí en Cabañas todavía no esta, pero igual que me cuesta decidirme a mandar este mensaje, me cuesta ir a ese evento, decirte que estoy contigo que me ayudas mucho y sobretodo me haces reir, energía para seguir adelante no nos falta…
Mucha fuerza. Gracias
A ver se vai chegando a Pontevedra, en breve osmarei un pouco nas librerías. Seguro que co baño de masas do Hostal unha cachoeira de enerxía positiva te desborda. Forza e adiante
Hola Nacho. Me llamo Laura y quiero darte todo mi apoyo en tu lucha, pues yo, por desgracia, fui testigo durante cinco largos meses de un proceso similar con mi marido. Un joven talentoso, gran padre, con unas ganas inmensas de pelear y de ver crecer a su hijo. El no fue tan afortunado como tú, y en su caso, tuve yo que pelear y poner voz a todo lo que él deseaba hacer. fue una lucha infructuosa pero de la que sali muy fortalecida y con unas ganas inmensa de vivir. Coincido también contiogo, en que hice una gran familia en el hospital los 120 días que por allí moramos. me saco el sombrero ante todos, desde limpieza a cirujanos. Algo imborrable en mi memoria mientras viva. Mucho ánimo y continúa peleando, sin eso no se puede ganar y estoy segurísima que con las ganas, y humor que le pones, vas a poder con él. Un saludo
En Lugo ya está el libro en La Voz de la Verdad, tienen tres ejemplares … bueno … ahora dos … Bss…
Mucha fuerza
Mi madriña querida! O acto de onte na presentación do teu libro «El mejor peor momento de mi vida» foi un abarrote. O que máis me gustou foi que conseguiches reunir a un feixe de persoas de todas as ideoloxías, como poideches observar os sentimentos están por riba dos ideais políticos.
Encantoume coñecerte, Nacho, aínda que te vin desbordado por quereres atender a tanta xente que está contigo, que te quere, que te apoia, que te comprende…Cada vez atópolle máis sentido ao título do teu libro.
O meu marido e a miña amiga Mari Carmen de Teixeiro están abducidos coa lectura dos teus textos. O meu mérito foi descubrirlles a túa literatura, así que me apunto un tanto. Home, non!
Gracias a mi mujer compró ayer tu libro en Vigo, he podido conocerte.
Ya era sabedor de la fabulosa repercusión había tenido la presentación del mismo a través de «V Televisión» y de la prensa. Reconozco que me había llamado la atención los titulares y comentarios que te dedicaban, porque desde hace algunos años también trato de sobreponerme y convivir con uno de esos «malos diagnósticos» como tus los llamas. De hecho me había prometido ir a comprar tu libro con la esperanza de quien espera encontrar algo que alivie el dolor diario.
Cuando ayer llegué a casa y descubrí que mi mujer lo había comprado porque en uno de los capítulos está dedicado a su tío, Javier Santullano. Lo cierto es que me alegré de poder leer las primeras páginas, como el que quiere comprobar en primera persona las excelencias que le habían dedicado tantas personas al autor.
Con solo llevar unas cuantas páginas, tengo que decirte que me ha cautivado tu forma de escribir, de afrontar tus dificultades, de presentar tus vivencias,… en fin que no pude resistirme a entrar hoy en tu blog… Y fue entonces cuando entendí que mi admiración aún no había tocado techo: en tu último post me he reído un montón.
En definitiva quiero que sepas lo agradecido que estoy de haberte encontrado y que espero que estés ahí mucho tiempo, porque te has ganado un nuevo seguidor y apóstol.
Un saludo.
Nacho tengo tu libro, tienes que venir a firmar a Ferrol, estoy ahí desde el principio pero en silencio. Mucha fuerza, venceremos nos. Bicos
cuando vaya aviso De momento lo más cerca es Betanzos el día 2
Mis experiencias con huevos nunca han llegado a tanto. Nunca me tropecé con alguno que saliese negro. Me tienen salido uno o dos que tuvieron que seguir el camino de ese tuyo, water, tirada de cisterna y depuradora de Silvouta, y que dejaron un olor asqueroso que yo combatí con incienso al mas puro estilo Lama del Tibet. En una ocasión me cargué una receta que siempre me sale riquisima, por utilizar chulería e ir cascando los huevos directamente en el recipiente de preparación. La receta llevaba seis huevos, bueno pues el que salió malo fue el último, con lo que se fué para la Silvouta él y los otros cinco por juntarse a malas compañias. Desde aquella tengo un pocillo a mano que es el encargado de recoger cada huevo para su examen antes de echarlo a parte ninguna.
Te oí por la radio y te vi en la TVG este domingo pasado en el programa A Revista. Tienes un aspecto estupendo, y ahora no hagas como mi madre que cuando alguien le decía: «pois tes moi boa cara», ella contestaba: «pero eu da cara non che me queixo. Repito que tienes un aspecto estupendo y me alegro.
¡Mucha fuerza!
Que buen escritor!!!! Felicidades!!!!